Querido ángel.

Querido ángel.

Lo he perdido todo en esta vida, mis padres, no es que estén muertos, pero para mí como si lo estuviesen, lo único que me dicen constantemente es que he sido un incordio toda su vida y que menos mal que cada vez menos; mis amigos, solo me quieren porque a veces les dejo los deberes o les presto algo, pero luego a la hora de fiestas o cosas por el estilo nadie se acuerda de mi; mis amores, nunca nadie me ha sabido amar, y sin embargo todos y cada uno de los personajes que han pasado por mi lado se han llevado un cachito de mi corazón. Pero llegaste tú y cambiaste mi mundo, fuiste mi familia, pues cuando necesité algo siempre me lo dabas, hasta una cama y un trozo de pan, fuiste mi mejor amigo, pues nunca te olvidaste de mí, es más incluso me buscabas. Llegaste e hiciste que mis lágrimas fuesen de felicidad, por haberte encontrado, porque eres tu quien siempre sabes cómo sacarme una sonrisa, porque eres tu quien comprende mis penas, porque eres tu quien me escucha y me aconseja, porque eres tu quien me hace sentir que soy algo para alguien en la vida, algo más que un incordio claro. Porque me abriste los ojos y me distes a conocer el mundo real, me enseñaste todo aquello que te gustaba y acabó gustándome a mí también. Eres mi rayo de esperanza, eres lo primero que necesito ver cada mañana, eres luz en mi sombra, y eres felicidad en mi agonía. Has llegado a mí y no quiero que te vayas nunca, porque para mí eres mi ángel de la guarda, o mi ángel de la suerte, porque nunca me has hecho sufrir o si me lo has hecho siempre has sabido cómo hacer que me sienta mil veces mejor y eso hace que tus errores no sean tan graves.  Es que cada vez que pienso en ti se me hincha el corazón y no cabes en él, cada vez que pienso en ti se me iluminan los ojos. Le pido a Dios que alumbre tu vida, puesto que tu as alumbrado la mía y para mi te mereces todo lo mejor que exista. Me gustaría que estuvieses conmigo de todas las formas habidas y por haber, pero sé que te mola una chica y lo único que espero es que te de todo aquello que te mereces, si es que Dios la quiere para ti. Pienso que si Dios no te lo da, o te lo quita, es porque simplemente no era para ti. Me iluminaste la vida cuando me dijiste que no habías conocido a nadie tan buena como yo, y que te encantaría que fuese tu mejor amiga; nunca había tenido un mejor amigo, bueno, más bien, nunca había tenido a nadie, asique fue lo mejor de vida. Quiero que sepas que te apoyare en todo momento y que al igual que tú me has sabido levantar de cada caída, intentare levantarte de las tuyas, y al igual que has conseguido una sonrisa mía en el peor de mis días, conseguiré yo la tuya.

Besotes y abrazos.

Esmeralda.