Era una mañana cualquiera, un sol radiante iluminando mi habitación, una brisa mañanera, las caras de todos los que me rodeaban llenas de sueño y cansancio… pero no era como todas las mañanas, porque hoy particularmente tenía la sensación de que algo iba a pasar.
Como cada mañana antes de ir al colegio, mi chico me esperaba en la esquina de la parada del autobús, tengo que ir el bus al cole puesto que vivo lejos y mi madre tiene que trabajar y no tiene tiempo… Justo cuando iba a pasar por el paso de peatones, un coche que venía a toda velocidad casi me atropella, simplemente me dio un golpe en un lateral de la pierna. Pensé que con esto la sensación extraña de la mañana, pero parece ser que eso solo era un aperitivo de lo que me esperaba el día.
En clase siguiendo con mi mala racha, hice un examen de mates penoso, y me dieron el de inglés y bingo, un gran suspenso. Bronca en casa segura, asique una y otra vez, cada segundo que pasaba era peor que el anterior.
Cuando llegué a casa y según lo planeado, bronca de mi madre: que si a que espero para ponerme a estudiar, que en que pienso trabajar el día de mañana, que si no te voy a dejar salir con el chico ese… alegrías y más alegrías.
Tras una tarde en casa (por supuesto, cualquiera saldría con este panorama) y aún así esa sensación seguía permanente en mi pecho, por otra parte pensé que estando en casa no podría pasarme nada malo (que no hubiese pasado ya).
Llame a mi chico y le dije que me habían castigado y que sentía mucho no poder haber quedado con él. Y él me dijo que no pasaba nada, que se iría con su padre y le ayudaría a hacer un trabajo que tenía que hacer en el pueblo, no sé por qué pero le dije que tuviesen cuidado y que le quería mucho. Me dijo que cuando viniesen que me llamaba.
Al ver que no me daba señal, le llame y lo tenía apagado. Me preocupe bastante, y aunque me diese mucha vergüenza, decidí llamar a su casa, cuando llamé, cogió el teléfono una voz llorosa, y cuando pregunte por él, lloro cada vez más. Cuando se calmó un poco me explicó todo, me dijo que habían tenido un accidente de coche, se me paro el mundo, aunque me costara el alma hacer la siguiente pregunta, la hice: ¿Y están bien? ¿Están vivos? Esta última pregunta retumbo en mi cabeza, y cuando vi que su madre lloraba cada vez más, supe que las cosas no iban bien, y por fin respondió y dijo que habían podido salvar al hombre mayor, pero que con el joven no habían podido hacer nada.
Se me cortó la circulación, se paró el mundo, el aire ya no era suficiente ni para respirar ni para vivir. Los días se hicieron años y las horas días. Un año entero sin dormir, sin un solo día en el que no hubiese derramado una lágrima, y aquí estoy contando esto hecha un mar de lágrimas. Y pensar que toda esa sensación no era porque me pasara algo a mí, sino a una persona querida, y a partir desde ese día, cada vez que tengo una sensación parecida, prefiero no saber nada del mundo.
Como cada mañana antes de ir al colegio, mi chico me esperaba en la esquina de la parada del autobús, tengo que ir el bus al cole puesto que vivo lejos y mi madre tiene que trabajar y no tiene tiempo… Justo cuando iba a pasar por el paso de peatones, un coche que venía a toda velocidad casi me atropella, simplemente me dio un golpe en un lateral de la pierna. Pensé que con esto la sensación extraña de la mañana, pero parece ser que eso solo era un aperitivo de lo que me esperaba el día.
En clase siguiendo con mi mala racha, hice un examen de mates penoso, y me dieron el de inglés y bingo, un gran suspenso. Bronca en casa segura, asique una y otra vez, cada segundo que pasaba era peor que el anterior.
Cuando llegué a casa y según lo planeado, bronca de mi madre: que si a que espero para ponerme a estudiar, que en que pienso trabajar el día de mañana, que si no te voy a dejar salir con el chico ese… alegrías y más alegrías.
Tras una tarde en casa (por supuesto, cualquiera saldría con este panorama) y aún así esa sensación seguía permanente en mi pecho, por otra parte pensé que estando en casa no podría pasarme nada malo (que no hubiese pasado ya).
Llame a mi chico y le dije que me habían castigado y que sentía mucho no poder haber quedado con él. Y él me dijo que no pasaba nada, que se iría con su padre y le ayudaría a hacer un trabajo que tenía que hacer en el pueblo, no sé por qué pero le dije que tuviesen cuidado y que le quería mucho. Me dijo que cuando viniesen que me llamaba.
Al ver que no me daba señal, le llame y lo tenía apagado. Me preocupe bastante, y aunque me diese mucha vergüenza, decidí llamar a su casa, cuando llamé, cogió el teléfono una voz llorosa, y cuando pregunte por él, lloro cada vez más. Cuando se calmó un poco me explicó todo, me dijo que habían tenido un accidente de coche, se me paro el mundo, aunque me costara el alma hacer la siguiente pregunta, la hice: ¿Y están bien? ¿Están vivos? Esta última pregunta retumbo en mi cabeza, y cuando vi que su madre lloraba cada vez más, supe que las cosas no iban bien, y por fin respondió y dijo que habían podido salvar al hombre mayor, pero que con el joven no habían podido hacer nada.
Se me cortó la circulación, se paró el mundo, el aire ya no era suficiente ni para respirar ni para vivir. Los días se hicieron años y las horas días. Un año entero sin dormir, sin un solo día en el que no hubiese derramado una lágrima, y aquí estoy contando esto hecha un mar de lágrimas. Y pensar que toda esa sensación no era porque me pasara algo a mí, sino a una persona querida, y a partir desde ese día, cada vez que tengo una sensación parecida, prefiero no saber nada del mundo.
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ResponderEliminarMe ha gustado mucho! ;)
ResponderEliminarAunque es muy triste la verdad... Hasta he llegado a pensar que era real... :P
Muchos besos!
Teequiiero
~~AndRea~
cielo se me saltan las lágrimas al leerlo y no hay chica más lista que yo, ya que encima me pongo la super canción que has añadido mientras lo leia...
ResponderEliminarte quiero mucho pequeñaa (L)