sábado, 30 de julio de 2011

Historia de amor 5


Erase una vez una muchacha llamada Elvira, Elvira tenía 13 años, era morena, bajita y con unos ojos verdes deslumbrantes. Elvira tenía un montonazo de amigos, Carlos, Alberto, Laura, Marta y Elena, eran con los que más tiempo pasaba, por así decirlo, los más especiales. Carlos era su mejor amigo, pero lo que ella no sabía era que estaba enamorado de ella.
Uno de los días, un nuevo compañero llego a su clase, se llamaba Pablo, y era todo lo que Elvira deseaba, era rubio, alto y con unos ojos azules impresionantes. Casi todas las chicas se pillaron por él, incluyendo a Elvira, aunque no a sus amigas, ellas no se dejaban llevar por las primeras impresiones nunca, y decidieron pasar de él. Pero para Elvira era muy difícil el no dejar de mirarle, el no dejar de imaginarse su vida junto a él. Y en uno de esos días empezó a cambiar, se corto el pelo, se compro un montón de ropa nueva, se pintaba todos los días, y eso simplemente por el hecho de que así se iba a fijar más en ella, pero no fue así, al cabo de unos meses sus amigos dejaron de ser sus amigos, pues cambió demasiado, además prefería estar con otras niñas que solo hablaban de Pablo, y su otra desgracia era que aunque ninguna chica lo supiese Pablo tenía novia.
Elvira se quedó hecha polvo, y se puso a reflexionar sobre lo que la había pasado, y llego a la conclusión de que había hecho mal en separarse de sus verdaderos amigos, porque no eran tan superficiales y además hablaban de cosas más importantes, y de que si alguien te quiere, te iba a querer tal y como eras, y que lo bueno no es cambiar por alguien, sino por uno mismo.
Carlos, siempre muy atento de cada cosa que pasaba en la vida de Elvira, por muy mala que hubiese sido con ellos, él siempre tendría esa espinita en el corazón. Carlos poco a poco introdujo de nuevo a Elvira en su vida real, en la vida en la que tenía una vida feliz realmente y no superficial. Y poco a poco se dio cuenta de que Carlos era no igual de maravilloso que Pablo, sino que aún lo era más, y de que como bien se había dado cuenta, cuando quieres a alguien no importa la superficie sino el interior. Y que esa enorme felicidad que te dan esos pequeños detalles no se puede comprar ni con todo el oro del mundo. Y que no es malo perder la cabeza por amor, sino saber por quien pierdes la cabeza.

Ahora que tú estás en el mundo.


Me siento tan incomprendida con el mundo, de repente, de un día para otro, puedes pasar de una tristeza ahogadora a una felicidad extrema. ¿Por qué a la gente que quiero se extraña de que sea feliz? ¿Por qué cuando intento hacer algo para mi felicidad les parece algo malo? ¿Nunca podré ser feliz? ¿No merezco ser feliz?... Como siempre, tantas preguntas y muy pocas respuestas. Siempre creí que no encontraría a esa persona especial en la vida, a esa persona que entendiera el porqué de las cosas que haces, simplemente porque él las piensa igual que tú; a esa persona que se preocupe de ti incluso más que tú mismo; esa persona que hace que te sientas especial, que te sientas como si fueses la dueña de todo el universo. Pues bien, parece ser que esa persona a entrado en mi vida, es impresionante como alguien con una palabra o con un beso haga desaparecer todo lo del alrededor. Con cada beso que me da, con cada caricia que me hace, con cada sonrisa que me regala, con cada tiempo que pierde estando a mi lado, todos esos pequeños detalles que hacen darte cuenta de que realmente le importas a esa persona. Se me pasan las horas rapidísimas, ojala tuviese más tiempo para poder mirarte, besarte, abrazarte; se me olvidan las palabras, haces que me olvide del la tierra y empiece a vivir en el paraíso, que empiece a vivir mi sueño. Y es acordarme de ti, oír tu nombre, ver una perdida tuya en el móvil, y se me ilumina la cara como nunca antes lo había hecho. Y cada segundo que no paso a tu lado te echo de menos, y siento mi corazón más grande que nunca, como si no cupiese en mi pecho, tu amor es tan grande, es tan puro, y de ahí mi miedo, miedo a no saber darte todo lo que te mereces, a no saber ser todo lo buena para ti, a no saber cómo hacerte feliz. Eres tan grande, tan maravilloso, tan genial, tan increíble. Que maravillosa es la vida ahora que tú estás en el mundo. Te quiero mucho mucho y no quiero perderte nunca, y haré todo lo posible para que eso se cumpla.

viernes, 22 de julio de 2011

Lo SiieNTo!! :(

Siento haber tardado tanto en vovler a escirbir.
Pero en vez de escribir mis historias, estaba poniendo una en practica, una que aunque se haya terminado, me ha enseñado muchas cosas, no solo cosas sobre el amor sino sobre mi misma.
A parte de eso, también estoy leyendo un magnífico libro que se llama "blanca como la nieve roja como la sangre" del cual hay una frase que me gustaria destacar, nose si sera verdad, pero hace que me de cuenta de que no solo en esta vida se vive de eso, la frase dice lo siguiente: "el amor no existe para hacernos felices, sino para demostrarnos cuán fuerte es nuestra capacidad de soportar dolor". Todo aquello que no te mata te hace mas fuerte y cada vez que el corazón sufre una puñalada, hace que ese dolor se convierta en un ayuda para las próximas puñaladas. Y que muchas veces el dolor no es malo, que te duela es sintoma de dos cosas una de que ha sido real y otra de que lo has hecho bien, porque aunque te hayas dejado el corazón en el camino, merece la pena, porque al fin y al cabo es el camino de cada uno, es nuestra propia vida.
Muchos besos.